miércoles, 11 de febrero de 2009

Poema

El reloj no se detiene,
La belleza de la que tantas veces he renegado,
Se va marchitando por culpa de la tristeza.
Un océano de oscuras sombras me acecha,
Y me encuentro perdida en mitad del vacio.
¿Hay alguien ahí?
Tu voz resuena en mi cabeza,
Y mi cerebro intenta ignorarla,
Pero pese al peligro que conlleva
La escucha porque es su única esperanza.
Hay gente que arriesga su vida,
Sólo por sentir el peligro en su carne,
Yo me arriesgo por que siento,
Que mis vacíos emocionales son como mares.
Quiero que tú, o tú o tal vez tú seas mi barca,
Aunque de antemano sepa,
Que ya está anegada.
Sólo espero una muerte ya anunciada,
Entre tus brazos moriré,
Mirando a los ojos,
Al asesino de mi alma.

L. R. L.

1 comentario:

Torreman dijo...

El tiempo curra todas las herridas. Vive el ahora!
es un regalo de la vida...
por eso se le llama Presente.

se te da bien la pluma, sigue asi..n