miércoles, 12 de noviembre de 2008

Mi principe oscuro

Como en un sueño apareciste mi querido príncipe oscuro,
Y cuando te vi mi corazón se paró de repente,
Noté tu aliento cálido y dulce en mi cuello,
Y en ese momento el mundo desapareció.
Sólo podía sentir tu cuerpo fundido con el mío,
Mágica alquimia que nos convirtió en uno.
¿Qué hechizo provocaste en mi alma dormida?
El roce de tu piel despertó mis sentidos,
Y me quedé atrapada en la profundidad de tus ojos.
Cuando volví al plano real de mi existencia,
Todo se derrumbó dejándome herida de gravedad.
La tristeza se mezclo con mis atormentadas lágrimas,
Confundida y exhausta cogí aire pero no pude respirar.
Tu mirada entonces se tornó gris y distante,
Tu voz tosca y hostil… casi inhumana,
Y fue entonces cuando se me heló la sangre.
Tú que me devolviste a la vida,
Ahora me devuelves a la muerte,
Porque sólo tú mi querido príncipe oscuro,
Tienes el poder de hacer que despierte de mi letargo,
O de que me transforme en una roca inerte,
Que ni ama, ni siente, ni padece…

por: L. R. L.